Con la llegada del verano, no solo buscamos la sombra o encender el ventilador. El calor también se cuela en el interior de los hogares y muchas veces no realizamos ningún cambio sin tener en cuenta que todo cuenta para mantener y conseguir un ambiente más fresco, agradable y ventilado. Si quieres sentir que tu casa se mantiene más fresca y ligera, te contamos algunas claves para adaptar tus muebles para el verano y trucos para refrescar el hogar.
Madera clara o natural
La elección de materiales en un hogar es fundamental. La madera de colores claros, como el roble, el pino o el bambú, no absorbe tanto el calor como la madera más oscura y refleja mejor la luz, contribuyendo a un ambiente más luminoso y fresco. Además, evita los barnices gruesos y lacas oscuras, ya que tienden a retener más el calor.
Muebles bajos, ligeros y móviles
Los muebles altos y voluminosos retienen más calor que aquellos que son más bajos y ligeros y permiten que el aire y la luz natural fluyan por el interior de la casa. Por ejemplo, son ideales las mesas bajas, los sofás con respaldos bajos o las estanterías abiertas.
Aquellos muebles que se pueden mover con facilidad, como sillas con ruedas o plegables, permiten reorganizar los espacios en función de la hora del día, con lo que podrás colocarlos de manera estratégica según la luz y la ventilación.
Sillas y bancos de mimbre
Este tipo de muebles con estos materiales, no solo añaden una estética nueva a tu casa y más relajada de cara al verano, sino que permiten el paso del aire y ventilación. Son perfectos para colocar en comedores, terrazas o para crear tu rincón de lectura a la fresca.
Distribución estratégica
Organizar tu hogar con la llegada del calor cobra especial importancia. Puedes anticiparte al calor dentro del hogar colocando tus muebles de interior en sitios estratégicos donde no reciban mucha luz solar para no sobrecalentarlos y evitar perder su color original. Si es posible, es importante alejarlos de la pared para permitir una mayor circulación o colocarlos cerca de plantas que ayudan a refrescar el ambiente de forma natural.
Textiles ligeros y frescos
Las fibras por excelencia en verano son los linos y el algodón, ya que son tejidos transpirables y que no absorben el calor, al contrario que las fibras sintéticas. Utilízalos en fundas de cojines, cortinas, mantas ligeras, fundas de sofá o tapicería. No olvides las alfombras: guarda las más gruesas y cálidas y sustitúyelas por versiones finas, de materiales naturales y colores claros.
Aprovecha también para renovar la estética de la casa, jugando con los textiles y la decoración a través de colores vivos que reflejen el verano.
Menos es más
Cuando hablamos de mobiliario y decoración, muchas veces recargamos los espacios de manera visual, pero eso, además de crear la percepción de que los espacios son más pequeños, impide la buena circulación del aire. En verano, no solo sentirás tu hogar más organizado, sino que si despejas los espacios, guardas los textiles más pesados, notarás tu hogar más fresco y ligero.
Otros trucos
Hay otras acciones sencillas, además de la gestión del mobiliario del hogar, que te permitirán mantener la casa fresca con una temperatura agradable Te contamos algunos de ellos:
- Ventila a primera hora de la mañana y a la noche, cuando las temperaturas son más bajas para que corra el aire y se lleve el calor.
- Cierra las persianas en las horas de más calor, es decir, al mediodía, cuando se concentran las temperaturas más altas, así como las cortinas si las tienes.
- Utiliza ventiladores de techo para mejorar el flujo de aire de manera constante.
- Crea corrientes de aire abriendo estratégicamente puertas y ventanas.
- Las plantas siempre son una buena opción para purificar el aire y aportar frescor.
- Usa los electrodomésticos por la noche y evita encender durante el día los que son más potentes, ya que generan más calor.
Conclusión
Preparar tus muebles para el verano y redistribuir el hogar es más sencillo de lo que parece. Realizando algunos cambios en la disposición, en los textiles y con muebles más frescos no solo convierten tu hogar en un refugio refrescante, sino que cambian la estética del hogar para adaptarse a la nueva estación.